En medio de una carrera de aguas abiertas disputada en Australia, un grupo de tiburones se "paseó" amigablemente entre los 700 competidores. Por suerte, a nadie le pasó nada.
La escena intimida, de sólo imaginarla. Entusiastas deportistas, nadadores concretamente, sumergen estoicamente sus brazos sobre el agua para tratar de llegar primero a la meta. De repente, un grupo de tiburones (sí, tiburones igualitos a los de las películas) se parapetan amenazantes, decididos a que ningún "intruso" se atreva a coparles ni un centímetro de su territorio. Suena de ciencia ficción, pero algo de esto ocurrió en Australia, donde 700 participantes tuvieron que nadar marcha atrás para salvar sus vidas. Por suerte, ninguno de ellos fue agredido.La carrera tuvo lugar en la playa australiana de Cronulla, cerca de Sydney. Los tiburones (algunos dicen que fueron tres, otros incluso hablan de un número superior) se mezclaron entre los participantes sin que en un principio nadie notara su presencia. Las autoridades actuaron de inmediato: utilizaron helicópteros para ahuyentar a los animales intentando no sembrar el pánico entre los atletas.
En febrero, curiosamente, pasó algo similar también en Australia. Esa fue en las aguas abiertas de Melbourne, donde un tiburón blanco de seis metros de longitud había sido divisado varias veces en los alrededores de Cowes, cerca de Phillip Island (a 140 kilómetros de Mlebourne). De todos modos, los responsables costeros decidieron que la carrera no se suspendiera, más allá de las precauciones que se tomaron.
"Habitualmente el ruido de la lancha les atemoriza y aleja", detallan los lugareños. También en febrero, al noreste de Melborune, un tiburón de tres metros atacó sin graves consecuencias a un buceador al que confundió _aseguran los expertos_ con una foca.
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